sábado, 14 de agosto de 2010

Día 6: The clouds looked no nearer than when I was lying in the street...

Esto es lo que ponía en un edificio que he visto esta tarde… y es cierto. Totalmente. Son las 00:13 h. y he llegado a la casa hace una media hora. Otra vez “no dinner”, ya me sé la nota que le escribo cada día a Yasmin, mi mom, de memoria… Y mañana no vendré ni a comer ni a cenar. Si vengo, está claro que no puedo visitar nada. Y creo que me levantaré con la firme intención de ir a Isla Victoria, ¡por fin! Hoy he estado solita desde antes de las 14 h. He ido sola en bus a las clases, porque Ayumi está fuera los 4 días, y he aprovechado el trayecto para hacer los deberes, que eran adaptar el “We are more” que expliqué a mi país. Me ha quedado gracioso :D He sido la primera en leerlo, he pensado que así no estaría nerviosa por ver cómo 6 adolescentes me miran de arriba abajo a ver en qué fallo. Noto que la lectura de mi inglés está tremendamente oxidada. Al final, mi profesora ha dicho “Excellent!”, así que tampoco ha debido ir tan mal… Ya casi la entiendo a la perfección, ¡cómo noto la diferencia! Claro, que si sigo pasando mucho tiempo sola… pues no voy a practicar mucho que digamos. Pero bueno, hay tiempo para todo y prefiero tener mi tiempo para hacer las cosas que a mí me gusta hacer. No sabía que hoy había examen, más bien, no lo recordaba, cada viernes nos hacen un examen para ver qué tal nos sentimos. Yo, si hubiera repasado unos pocos minutos, me hubiera sentido mejor, pero tampoco ha ido tan mal. La primera parte un 10 sobre 12, pero no cuenta para nada, aunque, al menos, sé que no me bajarán de nivel jeje. Ahora en el trayecto de vuelta del bus he empezado a hacer los deberes que han mandado para el martes. Lunes tengo otra clase con otra profesora. Belén está fuera también en casa de su amiga, así que estoy yo sola en la casa. Y mañana no tengo ninguna intención de pasar aquí metida mi día. Para mí es como estar en una celda. Con la puerta cerrada, en una habitación, y no puedes subir al comedor. Lo máximo que puedo hacer es salir fuera a ver si veo algún oso y se me come o, al menos, me enseña el país, o ir al baño. Nada más. Con lo felizmente que atracaba yo ahora la mermelada de fresa de la nevera… Esa es la ventaja. Porque me estoy poniendo bien cebada… Es alucinante cómo puedo engordar y adelgazar tan rápido. A la vuelta, bondad absoluta… Y eso que ya estoy pensando en mis pizzas de jamón y piña de Mira Vos…

Después de las dos clases, hemos tenido la primera clase de lecture-topic. Ya me lo advirtieron: “Don’t go to this class!!” ¡¡ Qué razón tenían…!! En esa clase, estamos mezclados de todas las edades. Yo, en la parte de “make a new friend”, he casi atracado verbalmente a un pobrecillo coreano de 14 años. Había venido a estudiar inglés con varios amigos, de los cuales tenía sentados uno a cada lado enfrente mío y ellos han podido dormir algo mientras yo cogía a su amigo para hablar tal y como nos había dicho el profesor. Ya digo yo cada día que con tanta compañía adolescente estoy rejuveneciendo. Me dan envidia, porque yo estoy haciendo esto con 30 años, pero ellos con 14 años ya se han ido un tiempo a vivir solos al extranjero. Envidia sana. Y a mí que de pequeña me daba cosa viajar sola… El profesor del lecture topic es peculiar. Muy peculiar. Comparte nombre con mi compañero de trabajo, Igor, pero sólo eso, nombre. El Igor profesor de inglés parece que esté flotando en una nube y viva en su mundo mientras sus alumnos duermen plácidamente. He pensado que como psicólogo sería bueno. El tema de hoy, bueno, uno de los subtemas que ha sacado, es cómo combatir el desorden y cómo cambiar. Yo pienso que le iría mejor si se dedicara a la psicología, porque lo que he escuchado me ha hecho pensar. Además de hablar con un tono y velocidad que creo que hasta mi madre lo entendería sin saber inglés, él es feliz mientras da su clase. Es estricto con la puntualidad, con reñir a un par de chicos que hablaban insistentemente, pero, eso sí, puedes mirarte en un espejo a pocos metros de él que no te dirá nada. Alucinante. A mí me ha entrado la risa de ver a la Cinderella en cuestión dándose el retoque antes de salir de clase. Desde luego, no se puede decir que no estaba tratando de aprovechar mejor su tiempo… ¿Me dirá algo si el próximo viernes aprovecho y me voy aplicando mi sistema de tres pasos en la piel? En fin, que no dejo de pensar que ha sido una gran experiencia esa clase. Nos hemos sentado mi amigo Boniface del Congo a la izquierda y mi amiga Maggie a la derecha, y en el Congo eran muy diplomáticos, pero con Austria hemos comentado la jugada. Me ha recordado al mago de “Charlie y la Fábrica de Chocolate”. La misma sonrisa, el mismo ¡no!, los mismos gestos… Tim Burton debería conocerle.

Fuera bromas, que no quiero ser mala… No creo que me vaya a leer nunca, si es así, I’m really sorry, I was only joking… Después de la clase, ya me he quedado a comer. Hemos comido Maggie, Boniface y yo en la pizzería Romanos. Maggie va allí cada día (yo era el primer día que acababa a esa hora). Es un sitio barato y los dos pedazos estaban riquísimos. Me ha recordado a Telepizza… aunque más secas. Pero muy ricas. Hoy he comido muy bien. Ya lo de comer sano es una quimera… Después de comer, he ido a mirar a ver si quedaban excursiones para irme el fin de semana, pero ya estaba todo cerrado. He quedado con Maggie y sus amigos para ir el domingo a la montaña, espero no tener que usar el seguro médico que tanta guerra ha dado… Así que, esta tarde y mañana, tengo tiempo libre. Totalmente sola, nadie me echará de menos. Y la verdad es que ahora que ya me he mentalizado, lo prefiero porque lo voy a emplear en lo que yo quiero hacer. Hoy iba a aprovechar para ir al Acuario. He visto que hacen tours con monitores y te enseñan las tortugas y las ves mucho rato y les das de comer, así que he decidido que haré esa ruta. Me toca miércoles. En caso de poder, ya iré otro día al acuario, pero esto es lo que verdaderamente me hace ilusión. Camino abajo en Granville Street, he vuelto a ver los ascensores exteriores a la derecha en Hastings Street (la parte buena, of course…, no toda la calle es digna de peliyonqui) y he decidido acercarme. El resultado ha sido encontrarme con Vancouver Lookout, una vista de toda la ciudad desde un rascacielos en Hastings 555. No recuerdo el nombre del edificio, hay un restaurante en la planta superior al que he subido y es una pasada. Comes viendo Vancouver desde las alturas y se va girando poco a poco, viendo todas las vistas en 360º. He hecho muchas fotografías, y he podido conectarme en el lugar. Aprovecho el poder conectarme para descansar y relajarme, pues he andado tanto que necesito un respiro. A continuación, he decidido ir a Stanley Park, que es donde se encuentra el acuario, para poder preguntar el tema de la visita especial con las tortugas. De paso, he practicado inglés. La chica, amabilísima, como siempre. Os contaré cuando me encuentre algún borde en algún servicio. Porque, por ahora, ni uno ni medio. Stanley Park ha sido toda una aventura de nuevo… ya estuve el primer día, aunque sólo en una parte, y hoy tampoco he estado en todo el parque. Me he encontrado dos mapaches tan campantes que se han subido y metido la cabeza y todo el cuerpo en la papelera a ver qué encontraban. Los he grabado en vídeo. Tengo mis dudas sobre si eran peligrosos… miraban sin tener ellos ningún problema, pero una madre ha advertido a su hija de que tuviera cuidado y yo ya me he mostrado menos “abierta”. Por si acaso. He visto y grabado varios animales y he hecho múltiples fotos. A continuación, he vuelto bordeando el agua y estaba acabando el atardecer. He llegado a Canada Place, y al Centro de Convenciones de Vancouver, y he caminado hacia el fondo. Desafortunadamente, me quedaba muy poca batería, pero las pocas fotografías que he hecho han debido ser muy bonitas. Un paraíso en medio de la ciudad. Otro más. A continuación, he vuelto a Vancouver Outlook, porque el mismo ticket servía para la noche. Las vistas eran todavía más bonitas, no me lo esperaba. La pena es que ya no tenía nada de batería, y sólo he podido hacer un par de fotografías. He estado más de una hora allí. Entonces, me ha saludado un chico que ha resultado ser de Mexico. Trabajaba en el lugar y me ha dicho: “Perdona, ¿eres española, verdad?” y yo le he dicho que sí y le he preguntado cómo lo sabía. Claro… mi camiseta verde. “Busco a cualquiera menos a ti”. Ideal para hacer nuevos amigos. Al menos, la idea es que los hispanohablantes me tomaran por borde y no me hablaran y conociera gente que hablara en inglés. Me la he puesto hoy viernes en clase y nadie ha dicho nada. Alguna persona me ha mirado rara. Pero es que mi falda dice: “You are very important for me!”. Ni hecho adrede jaja. En fin, este chico me ha estado explicando que está en la universidad, que lleva 2 años aquí y que se enamoró de Vancouver, vino para un año y pidió a sus padres quedarse, y lo debe compaginar con ese trabajo. Me ha estado explicando los sitios que no debo perderme, como Queen Elizabeth Park, además de indicarme cómo ir a Victoria. Aquí la gente, realmente, es muy amable. Y ese ha sido mi día, he cogido el bus tardísimo, casi a las 23 h., y he vuelto a venirme sola. Ahora será más frecuente así, por horarios y porque Belén regresa el sábado que viene. Hoy se han ido 3 compañeros de clase, entre ellos Husan, el chico de Arabia fan de España. Le he firmado su bandera, cosa que aquí es tradición. Estoy realmente agotada y en 6 horas aprox. voy a poner el despertador. Tomorrow’s gonna be a good day!! Victoria!

1 comentario:

alejandro dijo...

Muy bonito el resumen que has hecho del día, y una pena que te quedases sin batería en el momento más inoportuno, otra vez será!
Muchos ánimos desde la distancia, mañana será otro día, seguro que mejor. Besos.