jueves, 26 de agosto de 2010

Día 18: y mis miércoles sabaderos…

Sí, aquí he cogido la costumbre de la juerga de los miércoles en lugar de la juerga de los sábados. Aunque tampoco se puede prolongar mucho… primero, porque una está ya muy vieja y, segundo, porque el último bus para North Vancouver es a las 00:50 h. Y hoy he cogido el de una hora antes. Ya hace 45 min. que he llegado. Un día más. Entra con cuidado de no tropezarte porque está todo a oscuras y, hasta que llego a mi lámpara, he de lidiar con mi maleta, y encuentra a la compi que todavía debe tener jet lag… Ya duerme ella por las dos.

Hoy he comenzado el día de la mejor de las maneras. Ha sido mi mejor comienzo del día desde que estoy aquí. Mi intención era ir a English Bay o a Stanley Park y aprovechar que no tenía clase hasta las 13:45 h. Me he levantado a las 8 h., pero entre que me comunico, me arreglo y demás, he cogido el bus a las 11 de la mañana. Y a esa hora ya era tarde para ir allí. He llegado a la parada y estaba mi brother canadiense, y le he preguntado cómo ir a la parada del 228 para coger el Seabus (el autobús que es un barco). Me apetecía hacer algo diferente, yo creo que ni me ha reconocido que soy la misma que vive en su casa. Sinceramente, no me apetecía ir en el bus como cada día y quería hacer algo distinto. He cogido el bus, y he visto el paisaje totalmente diferente del 210, que ya me lo sé casi de memoria. Lo habré cogido unas 50 veces entre la ida y la vuelta. Aunque algunas, como hoy, he venido durmiendo. A la llegada al Seabus, he hecho fotos y también del trayecto. No dura más de 15 min, y está muy bien porque, cuando llegas a la parada, te avisa del tiempo que queda para que salga el siguiente Seabus. He llegado a Waterfront, al otro lado del Seabus y aún tenía más de 2 horas para mi primera clase. He decidido coger la Canada Line, una de las líneas de “metro”, e ir a una parada a la que no hubiera ido nunca. He optado por Langara, dos paradas más lejos de King Edward, donde está Queen Elizabeth Park. Es un paisaje muy semejante a la vecindad de casitas de ensueño cerca de Queen Elizabeth Park. He hecho varias fotos, pero en seguida he visto que era más de lo mismo. Así que he vuelto a coger la Canada Line 2-3 paradas más, y no había nada interesante, ya es la zona cercana al aeropuerto y todo lo que había estaba muy lejos. Entonces, como ya apremiaba el tiempo, he decidido volver de vuelta, con toda la intención de tomarme mi café con muffin de McDonalds, para empezar la clase con un poco de energía. No entiendo, porque cuando tenía clases de mañana no tenía sueño, y por las tardes se me hace tremendamente cuesta arriba. Mi tiempo se ha visto reducido porque había una de esas promociones que tanto me gustan: girabas la ruleta y te daban una bebida con vitaminas. Con lo que me gustan a mí esas cosas… así que he llegado a clase y hoy ha sido deprimente. En la primera parte, hemos hecho un listening del cual no he entendido nada. Y teníamos que comparar respuestas, y le comento a la chica que tenía que hacer el ejercicio conmigo que no entendía nada y la tía ha pasado de mí y se ha puesto a hablar con otro compañero. Viva la solidaridad. Me he quedado alucinada. Y muy deprimida, la verdad. Porque veo que ya no estoy mejorando mucho mi nivel, por mucho que hable el inglés, cada día lo hablo peor, con más acento español, como hoy me han dicho. Y es cierto. No puedo poner acento guiri. Antes alguna vez lo ponía, pero ahora lo hablo superspanishmente… es patético. Y sigo sin entenderlo muchas veces. Como cuando hoy he pedido mi superhelado. Me han puesto más toppings y yo no quería tanto, pero como a todo digo que sí cuando no me entero…a veces, me da vergüenza hablarlo tan patatero y entenderlo tan patatero. Cuando lo estudiaba durante todo el año yo creo que lo hablaba más fluido que ahora. Debe ser que no estoy hecha para aprender idiomas… no sé, hoy ha sido deprimente. Y eso que tengo una asistencia del 100% por ahora…pero ha sido deprimente. Y la segunda parte de la clase, el Ilab. Ir a clase para hacer algo que podría hacer desde casa. Totalmente deprimente. Y mañana a las 10 h., mi primera clase es lo mismo, continuar haciendo ejercicios por ordenador. Temo el test de esta semana y temo el test final del miércoles. Creo que martes me enclaustraré a ver si estudio y hago un examen mínimamente en condiciones.

Después de clase, no tenía nada que hacer hasta las 7 h., que había quedado con Maggie y más amigas en frente de London Drugs, cerca de la escuela, para ir a ver la puesta de sol en English Bay. Me ha ido de perlas, porque quería ir a esa playa, y hemos estado sentadas en el césped haciendo fotos y comentando cosas y riéndonos. Han venido una chica alemana y una chica de Singapur que se van el sábado, Maggie, Carina (alemana), Lydia (suiza que habla francés) y yo. Finalmente, después de ver la puesta de sol, nos hemos ido a tomar un helado a un sitio especial, un helado de esos carísimos que te preparan como si fuera la última comida de tu vida. Te pesan el helado, lo mezclan con lo que le quieras añadir y lo puedes pagar con tarjeta de crédito (viva el plástico…). Es un capricho. Supongo que he engordado otro kilo hoy. Aunque también he andado lo mío. Después, nos hemos quedado Carina, Maggie y yo y hemos ido a tomarnos algo a Milestones, un bonito restaurante en English Bay. Hemos hablado mucho, y nos hemos pedido una botella de vino blanco y, después, unos mojitos. Hoy ha sido juerga pero tranquila. A continuación, hemos ido caminando hasta el centro y cada una ha vuelto a su casa. Nos hemos reído mucho, y hemos hablado mucho inglés, como siempre, aunque yo siento complejo por mi acento y mi inglés macarrónico. Parece que no tengo remedio… aunque al menos me puedo comunicar. En fin… mañana es la gran fiesta del crucero!! Y clase todo el día… Que no me pase nada… Good night, Vancouver…

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