miércoles, 25 de agosto de 2010

Día 17: Ga-ga-ga-ga-a-a

Ahora mismo escribo desde un McDonalds cercano al Rogers Arena Stadium, donde, por segundo día, es el concierto de Lady Gaga. Y por primer día voy yo, que me gusta, pero con verla una vez es suficiente, no es Alejandro Sanz… He tenido clases de tarde, hasta las 11:45 h. no tenía que estar. Mi intención era levantarme prontísimo e ir a Stanley Park, y es una pena que no lo haya hecho, porque hacía un día espectacular. En lugar de levantarme a las 7, me he levantado a las 8, y, entre los mails a la oficina y esperar a que mi compañera de cuarto se lavara su melena, se me ha pasado el tiempo, y ya he decidido no estresarme. A las 10 y 20 he cogido el bus, eso para mí es todo un lujo, con lo acostumbradísima que estoy a madrugar. Mañana no tengo clase hasta las 13:45 h., pero ya tengo claro que quiero ir a English Bay, la playa, si hace buen tiempo. 17 días aquí y aún no he visto la playa, y me pongo a contar los pocos días que me quedan aquí y me deprimo…sólo me alegro por ver a la gente que quiero y por comer un poco más decentemente. Esta mañana, cuando he ido a desayunar, por segundo día, no hay mermelada y apenas queda Nutella, así que he cogido 2 plátanos y pan con mantequilla, además del té con leche. Y mi bocadillo, mi primer día de bocata después de llegar a un acuerdo con mi mom de que no voy a ir a cenar y que, por favor, me prepare un sándwich. No sé qué tal se lo habrá tomado…si cuento las veces que la he visto creo que no llega a 5… estaría bueno que viera más a mi mom canadiense que a la propia, viviendo también con ella. Y a mi dad canadiense lo he visto 3 veces contadas, ni una más. Y a mi brother canadiense, pues va a ser que las mismas, aunque sólo hemos interactuado una vez y media. La media es cuando le dije “Hello!” y aún espero a que me conteste.
Mi compañera de habitación, Rino, a las 10 de la mañana me ha dicho “Good bye!!”. Yo sabía que tenía clase a la misma hora que yo y me he preguntado dónde tendría que ir a esas horas, y he pensado que ya me podría haber dicho de ir juntas. Total, que he pasado el tema y he estado conectada un rato más, aprovechando las horas de conversación española. Y a las 10:15 h. he ido a coger el autobús. He pasado como cada día delante del instituto de educación secundaria de Argyle, y justo hoy me he enterado de que es donde estudió Jason Priestley. ¿Os acordáis de él? Sí, Brandon en “Sensación de Vivir”, a mí la serie me encantaba, y la primera vez que oí hablar de Vancouver es porque él era de aquí, pero concretamente vivía donde yo, en North Vancouver. Yo vivo a menos de un minuto del instituto Argyle. Qué curiosidad. Ya me gustaría saber dónde viven sus padres o dónde vive él, que yo para esas cosas soy muy chafardera, sé que siguen por aquí porque han donado una cantidad importante de dinero para salvar a los osos de North Vancouver. Que sí, creéroslo, que vivo con los osos, ¿por qué os creéis que no me quiero ir de este sitio? Su naturaleza, su fauna y su gente me tienen encantada. Menos su comida… todo. Antes de venir aquí he atracado el Dollar Giant de Main Street con Pender, y me he llevado el último paquete de galletas de blueberry… es que están muy ricas, si no fuera por el exceso de equipaje, llevaba unas poquitas. ¡¡Venga grasas!! Menos mal que la ropa me iba grande porque me había adelgazado mucho, que, si no, me veo haciendo compras de emergencia. He aprovechado para llenar mi “despensa”, es decir, mi maleta y he comprado también galletas de fresa, de chocolate y de vainilla. Con eso, ya soy feliz. Entre eso y mis escapadas a Romano’s a por pizza, ya tengo el 90% de mi dieta hecha, mi intención con los bocatas de mi mom era hacer la dieta un poco más sana, y lo que estoy es haciéndola más extensa. Y la única fruta que estoy probando es la banana, al menos, ahora llevo 5 días que pruebo fruta. Reconozco que no me estoy cuidando nada, si viniera para más tiempo, me pondría las pilas, pero siendo sólo un mes estoy siendo extremadamente benévola conmigo misma.

Ahora mismo estoy en el McDonalds del mall de Chinatown, sólo a mí se me podía ocurrir sacar el portátil aquí y ponerme a “contemplar” las vistas, el paisaje y la gente que pasa. Es una zona bien cercana a Hastings, así que podéis imaginar el panorama. Pero necesitaba un café, y no quería irme lejos. Y como mi estómago ya está inmunizado frente a lo que aquí llaman “Small coffee” y en el vaso pone “Premium Roast Coffee Café de Torréfaction Supérieure”, supongo que la parte en francés es por contentar a la población que en Canadá habla francés, que en Vancouver es 0, al menos por lo que yo he visto…

La tarde se me ha hecho pesada, no me gustan las clases de tarde. Hoy he empezado mi nueva spin class gracias a la cual me libro de ir a clase los lunes. Se llama current events, y consiste en discutir sobre una noticia actual. El profesor es Dave, quien, curiosamente, es mi nuevo profesor de clases, que sustituye a Erin. Es un chico joven y guapete, rubio, y supongo que canadiense, y muy simpático, por cierto. Es gracioso. Digamos que hemos tenido un comienzo simpático. Que tu profesor de inglés te pille en el lavabo de chicos y salga corriendo pensando que se ha equivocado de lavabo y luego vuelva a entrar… todo tiene una explicación en esta vida, en serio, hasta esto la tiene. Me va a tocar explicarlo para que no penséis que soy yo la rara y siempre a mí me pasan las cosas raras: El baño de chicas estaba lleno, así que Maggie, otra chica y yo hemos decidido ir al de la quinta planta, donde hay también aulas de la escuela. Primero, no encontrábamos el baño, pero, finalmente, hemos preguntado a un chico (que, por cierto, debe admirar a Elvis, porque, al menos, le había copiado el peinado) y nos ha explicado dónde estaba y nos ha dicho el nº. de la puerta del baño para poder entrar. Cuando hemos llegado, hemos probado la combinación en la puerta del lavabo de chicas y no iba. Hemos probado en el lavabo de chicos… y… voila!! Se abrió la puerta. Sólo nos quedaban 35 min. para comer y no teníamos la combinación del lavabo de chicas. Así que hemos entrado. Cuando entras, hay un largo pasillo y primero ha entrado Lydia, la chica suiza que fue a Victoria, después iba a entrar Maggie y después yo. Yo estaba justo donde se veía el pasillo, y el lavabo estaba vacío. Se ha abierto la puerta y justo ha entrado mi profe de Spin Class… no había más hombres en todo el edificio, no. El pobre se ha puesto rojo como un tomate, pues se pensaba que se había equivocado, ha dicho sorry y ha salido. Y, claro, habrá pensado que no podían haberse movido las puertas de sitio, habrá vuelto a mirar y habrá efectivamente comprobado que era el lavabo de hombres, con lo cual, ha vuelto y le he dicho que perdonara, que no teníamos la combinación del lavabo de chicas. Entonces me ha dicho que estaban en el tablón de anuncios de la escuela, me ha llevado hasta allí y le he dicho que ok y thanks y ahí ha acabado el incidente. Me he reído, y también he pasado algo de vergüenza. Sí, hasta yo paso vergüenza con esas cosas, una es humana. Maggie y yo hemos comido en Romano’s, un día más. Con el incidente del baño, hemos llegado un poco más tarde y ya estaban todas las mesas llenas, así que nos hemos comprado sólo un trozo esta vez y nos lo hemos comido en un banco. Y me he ido de vuelta a mi clase con Dave. Era mi primera clase en el nuevo nivel, ya que lo de la mañana, la Spin Class, casualmente, es el mismo profesor, pero podría ser cualquier otro. Esta vez somos 12 en clase. Si el viernes éramos 3 personas con Erin, ahora somos 12. Maggie me ha dicho que en su clase son 13, creo que han reducido grupos porque ahora ya se han ido muchos estudiantes, para muchos esta semana y la que viene y la pasada son las últimas semanas… (para mí es la que viene…sólo de pensarlo me pongo triste). Hoy incluso estaban los 2 desertores de mi clase, la chica austríaca y el chico de Hong Kong, que sólo han venido 2 veces y 1 en las dos semanas con Erin, respectivamente. Vaya tela, pagar para no ir, yo es algo que no comprendo. Y ambos están hasta diciembre…como no sea que hayan pensado en aprovechar que ahora hace buen tiempo para hacer turismo… es lo único que se me ocurre, yo, como siempre, pensando en que todo tiene su explicación, y, sí, siempre la tiene, aunque a veces no sea lógica.

En la clase he hablado con David, un chico francés de Burdeos de 18 años, que es ya su última semana, muy simpático y hablador, la verdad, raro eso por su edad y por su nacionalidad, si cuento mis experimentos sociológicos y los intentos de hacer amigos en mi clase. Hemos hablado mucho y nos ha tocado hacer los ejercicios juntos, ya tocaba hacer migas con alguien de tu misma clase, porque sólo había hecho migas con Boniface con quien también coincido en la Spin class de ahora, y con Maggie, pero ya la había visto antes de coincidir en nuestra Igor Class. El resto, van a su rollo, pocas conversaciones he tenido, como la de Daniel, el chico venezolano de 15 años a quien le encanta Arjona. Yo soy la mom de todos, me siento vieja. Siempre estoy acostumbrada a ir con gente más mayor que yo y aquí soy la mom. Me gusta porque me dicen: “Uy, ¡¡pareces mucho más joven, no aparentas para nada 30 años!!”. Y yo me pregunto… ¿¿Cómo se supone que tengo que estar con 30 años?? ¿¿Con la mitad de los dientes y el pelo lleno de canas?? Hoy mi compañera japonesa me lo ha vuelto a decir, como si fuera toda una revelación el que le hubieran dicho mi edad. Me lo he tomado como un cumplido, está bien que te echen menos años de los que tienes…físicamente.

La clase ha sido bastante de seguir el libro, y ha comenzado comentando las noticias. Es por eso que he visto la noticia de que Jason Priestley va a donar dinero para salvar los osos. En el intermedio, he aprovechado para conectarme y, después, ya me ha entrado el sueño. Estaba añorando un Frappucino de Starbucks, pero me pillaba demasiado lejos. Estoy con unos antojos… no quiero imaginarme el día que esté embarazada, si ya tengo antojos sin estarlo. Siempre me pasa lo mismo cuando me voy sola de vacaciones, y reconozco que soy muy permisiva conmigo misma, para lo estricta que soy el resto del año. En la última media hora, nos ha hecho hacer una redacción resumen de lo que habíamos leído y utilizando el nuevo vocabulario, es una buena técnica para memorizar las palabras. Tiene una forma de dar las clases muy diferente a Erin. Me acostumbraré… espero. Así como a mi nueva clase, mañana veremos quiénes van. Hay una chica austríaca con la que he hablado cuando bajábamos las escaleras que parece maja y es su segundo día, una chica y un chico coreanos, 4 venezolanos en total (los dos de antes y dos de ahora), un chico alemán, el chico francés, los dos campaneros de la clase anterior y un chico de Japón y alguien más que no recuerdo, porque en total tendríamos que salir 13 en la cuenta si no cuento al chico venezolano que hoy no ha venido. ¡¡Qué pena que no pueda explicar según qué cosas en el blog…!! No, no, no es nada de amores… pero como no sé quién puede llegar a leerlo… sólo diré que la semana pasada casi sufro una intoxicación (no era de drogas ni de alcohol, ¿eh?).

En fin, que el profe parece simpático. Y pocas cosas más que he hecho hoy… he hablado con mi compañera Rino, a quien me he encontrado en la parada del bus, se ha ido 20 minutos antes que yo y ha estado allí esperando. Le he sacado palabras con pinzas invisibles, y la chica es maja y agradable, aunque hay que tirarle de la lengua. Sólo espero que nos acabemos llevando muy bien… y que no tema y no cierre su maleta cada día a cal y canto… yo que tengo la mía toda escampada, con todo por en medio, y prefiero no pensar en que alguien pueda coger algo, si alguien lo coge, pues mira, no me voy a amargar la vida, no creo que lleguen muy lejos con mi vestuario y mis cuatro chorradas, lo que me fastidiaría sería amargarme por eso. Por eso me choca que se tire 5 minutos cerrando su maleta, a eso se le llama… ¿organización? Y no me consta que lo hagan todos los japoneses, pues Ayumi tiene sus cosas escampadas, igual o más que yo. Sólo faltaría que cerrara la maleta todos los días los 8 meses que va a estar aquí…

Esta mañana, cuando he llegado a clase, me he pasado unos 5 min. saludando a más de 10 personas, he visto a casi todo el mundo, menos a Fer, no la he visto desde el viernes que cenamos juntas para despedir a Belén. Es curioso, he saludado a muchísima gente y luego muchas veces me acabo yendo a hacer turismo sola. Aunque para mañana ya tengo planes “sociales” con el grupo con el que fui a Victoria. No me quejo, hago muchas cosas tanto sola como acompañada, aunque a veces echo de menos hacer las cosas con la gente que quiero. Ya tengo ganas de ver a mi familia, pues hace casi un mes que no los veo (a mis padres desde antes de irme a Grecia). Supongo que, por muy independiente que sea, tengo mis raíces. Aquí alguien me explicaba que su país ya no era su país nunca más y que quería trabajar y vivir fuera. A mí me gustaría ser tan valiente como para hacer eso, y esa persona me animaba a hacerlo, y me decía que me iría muy bien, quizá no se equivoque, pero eso de estar un año lejos de los tuyos… una cosa es que no los veas porque estás haciendo otras cosas, y otra cosa es que no los veas porque los tienes a miles de kilómetros. Supongo que aún me queda crecer para tener valor para hacer eso… o igual no. Es una cosa que he de plantearme antes de finales de año. Pues en el DNI ya marcan 30… jejeje.

Voy a ir hacia el Rogers Arena Stadium a ver qué tal se desenvuelve Stefani Germanotta en el escenario… Tengo ganas de ver la que lía… luego os cuento.

Besitos!

Pues sí, la ha liado pero bien. Ha sido espectacular, maravillosa, única, complaciente con el público, provocadora pero con gracia, simpática, colaboradora, profesional… fantástica. Hay momentos espectaculares, como cuando toca el piano y hace una fogata en la cola del piano. Momentos entrañables, como cuando ha cantado el “Cumpleaños Feliz” a un fan de las primeras filas, totalmente entregada y fantástica. Momento gracioso, cuando un fan tenía un cartel que decía: “Let me take profit of my psycho stick”. No decía exactamente ese verbo, pero venía a decir esa idea… Original, la comparación con el vertical stick de su “Bad Romance”. Ha finalizado justamente con esta canción, menudo momentazo. Todo el concierto y la puesta en escena han sido de lo más espectacular. Su gira se llama Monster Ball, y en un momento dado, recrea un monstruo en el escenario y ella aparece con un vestido verde muy bucólico. El vestuario es original y no deja indiferente a nadie, ya sabemos cómo es ella… personalmente la envidio, por su creatividad, por su saber hacer y por tener las narices de no dejar indiferente a nadie… había algunos niños en el concierto, cosa que me ha extrañado. Ella ha agradecido a los padres que los llevaran porque así ya sabían cómo es la vida… la entiendo bastante bien cuando habla en inglés, ya he visto algunas entrevistas suyas estos días y habla muy clarito, si todos hablaran así, no estaría tan acomplejada con mi bajo nivel de entendimiento. He de decir que los bailarines hacen un estupendo trabajo, y ella ha sido toda una princesa… es la princesa de la provocación. Mañana más, son las 2:15 h. y tengo que dormir… me tiraría escribiendo toda la noche, pero tengo que cuidarme. He empezado a tener un dolor en el brazo derecho, encima del codo, voy a ver si se me pasa o me toca visitar aquí a un traumatólogo… igual son agujetas de tanto hacer fotos hoy…
He de explicar lo que han visto mis ojos esta tarde en el concierto. La gente aquí se arregla mucho para ir a los conciertos… o bien era la GagaManía. Imitadoras de ella a raudales y lo que más me encanta: las latas de refresco usadas como rulos. ¡¡Yo quiero eso!! Desde que he llegado aquí, no hay manera de poner mis rizos en condiciones…

Feliz mediodía casi ya, España…

1 comentario:

alejandro dijo...

Bonita crónica Lady Mary, ya veo que lo estás disfrutando a tope. Solo te falta contemplar a un oso en acción (no vale ese de imitación que aparece en alguna foto, tiene que ser de carne y hueso).
Un abrazo