viernes, 20 de agosto de 2010

Día 12: Así son las cosas, y así se las hemos contado…

Un día poco intenso, al menos turísticamente. Hoy ha llovido, pero una lluvia minúscula, aquí la llaman de una manera, pero bastante vocabulario he tenido que estudiar hoy para el squizz de mañana como para acordarme también de esto… Ha llovido de la manera ideal para no poder hacer fotos porque se te estropea la cámara pero también de la manera idónea para no tener que necesitar colirio en todo el día. Un día gris. Estaba el cielo totalmente cubierto por niebla, me he acercado a Canada Place y apenas se divisaba North Vancouver desde allí…

Muchas noticias en un solo día. Algunas desde España, y otras desde aquí. Desde España, me han hecho la puñeta bien cambiando la fecha del concierto de Sevilla de U2: toca volver a reservar vuelos, hotel, todo… Ya he empezado a hacer algo, pero desde la distancia y sin que todavía me cancelen el vuelo, es difícil. No me gusta nada tener que preparar mil cosas para luego anularlo todo y volverlo a preparar. ¡¡Odio esto!! Y otra “shit new” ha sido mi nuevo horario para la semana que viene, lo que me faltaba: clase todos los días de tarde, hasta las 16:35 h., algunos días entro a las 11:20 o a las 13:45 h. Sí, señor, ¿y cómo y a qué horas hago turismo yo entonces? Puedo levantarme a las 6 de la mañana para ir a clase, pero cualquiera se planta a las 7 de la mañana en Queen Elizabeth Park o en Stanley Park o en algún otro parque o lugar turístico. Lo primero que voy a hacer mañana cuando llegue a la escuela es pedir un cambio de horario a la jefa de estudios, y si tengo que subir de nivel, pues más me espabilaré, porque mi problema es que tengo el inglés muy oxidado, pero mucha teoría ya la he dado y sólo me toca repasar. Y otra noticia que he tenido es que mi compañera de casa, Ayumi, y con toda la razón del mundo, no quiere compartir habitación con la chica japonesa. Entre otras cosas, porque perderá su intimidad para hablar, y, además, así no practicará el idioma. Con lo cual me ha pedido que yo comparta habitación con la nueva chica japonesa de 18 años y ella se mudará a mi habitación. Así que, a partir de la semana que viene, compartiré, aunque es un cuarto muy grande, vamos a estar las dos la mar de anchas. La chica se va el mismo día que yo, espero que sea maja, porque Japón, según cómo lo mires, o hablan y son majos, como Ayumi y Koki, el chico japonés de 23 años con el que salimos Maggie y yo ayer, o no sueltan prenda y son cerradísimos. Por si acaso, he sacado de la maleta las pinzas, por si le tengo que ir sacando las palabras… porque pienso practicar el idioma con ella las dos semanas que me quedan, porque poco más me voy a poder relacionar… Mi amiga Maggie se va el sábado que viene… ¡qué rápido pasa el tiempo! y ahora a ella le ponen horario de mañana, no coincidimos ni a tiros. Y en mi nuevo nivel creo que seremos los mismos que hasta ahora, o sea, clase minimalista… Mañana será mi último día con mi teacher Erin, muy simpática y muy maja, pobrecilla, lo poco que la entendía los primeros días… y ahora que ya me he acostumbrado a darme por aludida cuando dice “¿Mreiri?”. Algo así me llama, los primeros días me enteraba por los codazos de los compañeros. Ahora que le había cogido su acento me ponen a un tal Dave, ya veremos qué tal le entiendo, espero que mejor que al cuidador de Schoona de ayer del acuario. Como con Erin los primeros días: reírme y “yes, yes…”. “Are you an idiot?” y yo: “Yes, yes…” y la sonrisa de “no tengo ni puñetera idea de lo que me estás diciendo, y si te lo hago repetir 3 veces seguiré sin enterarme. Por algo tengo los problemas con el listening y el speaking… Esta mañana estaba con Ayumi esperando el bus, y estábamos hablando y una chica me ha preguntado “Excuse me, where are you from?”. Y yo ya pensaba que, a continuación, me hablaba en castellano, pero no. La chica era canadiense y me ha dicho: “I like your Accent, I had never heard it befote”. Sí, seguro que lo ha escuchado, pero con mi ingles macarrónico que hay que cogerlo también con pinzas, como voy a coger a la nueva japonesa como no hable…Ahora lo hablo más fluently que cuando llegué, pero mi Spanish accent ahí sigue, imbatible. Como mi desorden, que me acompaña ahí donde vaya ¡Cómo me he reído cuando Ayumi me ha dicho que haga la maleta para ir a su cuarto! Yo le he dicho que acabaré antes haciendo 30 viajes jejeje. Veremos el drama el día que haga la maleta… Eso sí va a ser una tragedia griega y no el no tener Wifi en el aeropuerto de Atenas…

En fin, fuera bromas, en este día ha habido noticias de todo. Turismo, poco. He seguido comiendo galletas, cuando he salido de clase he ido a buscar mi entrada para Lady Gaga (ahora la estoy escuchando, milagrosamente, cuando habla, le entiendo todo, estoy escuchando una entrevista de ella), y después he visto el percal de día que hacía y he paseado un poco más, hasta que, finalmente, he vuelto a la empresa y he estado esperando a las chicas a las 16:30 h. No sin antes comprarme un pedazo de pizza… esta vez de Megabite… al menos hoy Romano’s no ha incrementado su negocio gracias a mí. Tiene tela, 4 días seguidos. Y nada más que explicar hasta las 16:30 h., cuando hemos ido las 9 personas que vamos a ir juntas a Victoria el fin de semana a comprar el billete del bus. Tiene tela, el sábado “sólo” me tendré que levantar a las 6 de la mañana como tarde… Pero prefiero eso y aprovechar el día, que por algo una es de espíritu madrugador. Hemos conseguido comprar los billetes, y, después, ya está, mi día ha finalizado. No he llegado a la cena por 30 min., y, ahora, ya me rugen las tripas, pero por no dejar toda la habitación enmaranada con migas o salir afuera y morirme de frío, haré régimen por esta noche… y mañana atracaré las tostadas con mermelada, ñam ñam ñam. Y luego me quejo de que cada día me note la ropa más justa… Ya he firmado la bandera de mi compi Belén, que mañana será el último día que la vea… Good night!

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