domingo, 5 de septiembre de 2010

Día 28: Ya estoy montada en el avión… Fin

Ya se ha acabado mi sueño canadiense… y en 11 h. 30 min, mi familia me espera en el aeropuerto. Cuando publique esto, ya habré llegado, porque, ahora mismo, no, se puede coger conexión... Estoy un poco atontada, no me puedo creer que esta noche no vaya a Argyle Road a dormir… se me ha hecho muy extraño dejar la casa, me ha dado bastante pena. He estado un rato contemplando la que ha sido mi habitación en las últimas 2 semanas y haciendo fotos. Me he levantado muy pronto, a las 7:30 h. Riho ya estaba despierta. Efectivamente, su avión salía por la mañana. Así que yo me he despertado, he perreado un poco con el PC, he intentado sacarle conversación (estoy patentando mi nueva versión 2.0 de pinzas sacapalabras, creedme que después de estos 15 días están muy mejoradas y actualizadas…con las últimas novedades, reacciones y soluciones). Le he comentado que ayer, Ayumi y yo estuvimos esperándola en la escuela para ir a cenar las tres juntas y me ha dicho I’m sorry”. Me ha sorprendido que lo entendiera a la primera, la verdad, más habrá sido por mi tono jajaja. Porque yo soy muy expresiva, en todos los idiomas…

Igual que anoche a Ayumi, la he acompañado a la parada del autobús a las 8:30 de la mañana, para mejorar mi última versión de pinzas, como ya he dicho. Desde luego que estos días las he mejorado… no sé qué he mejorado más, si esas pinzas o mi inglés… En fin, tengo que desconectar el aparato eléctrico… ¡Hasta pronto, Vancouver…! Quiero ser optimista…

Ya he llegado a casa y estoy totalmente desorientada, agotada y perdida. Ahora mismo son las 17 h., pero para mí son las 8 de la mañana… y apenas he dormido en el avión, habré dormido un par o tres de horas seguidas como mucho. Justamente me ha dado por ver las películas y los reportajes, una película en inglés de la cual he entendido bastante y un documental sobre la Oktoberfest… me daban ganas de ir. Me ha sorprendido la cantidad de cosas que pierde la gente.

Debo ser la única, pero reconozco que me encanta la comida de los aviones… la ternera con puré de patatas y los vegetales me han sabido a puro manjar, al igual que el desayuno continental, si es que no tengo remedio jeje.

En fin… parece que esta temporada del blog ha llegado a su fin. Por cierto, el recibimiento de mi familia y la gente que más quiero ha sido divino… inolvidable. ¡Y qué bien volver a comer comida española! Algo tan sencillo como una ensalada de tomate me ha sentado de miedo… A partir de ahora, dieta estricta… y a planear el próximo viaje…

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