sábado, 4 de septiembre de 2010

Día 27: Y llegó la noche final... Cry me a river....

Ahora son aquí las 00:32 h. y a mi alrededor sólo tengo trastos y “stuff” que no sé cómo me lo voy a hacer para que quepan en mis minúsculas maletas. ¿Magia? ¿Dónde está Tamariz que hace tiempo que no sé nada de él? Pero bueno, lo que no quepa o me lo pongo encima (si es ropa) o lo tiro. A ver mañana con qué pintas me presento en el aeropuerto, espero que no en plan cebolla, que el top en cuanto estilismo ayer ya lo superé con los leggins y los pantalones cortos negros… No estaba yo muy despierta cuando me estaba arreglando y, si volvía a cambiarme, perdía el bus.

Ya tengo mi certificado, y, al final, no ha ido tan mal. 100% de asistencia (sólo contaban hasta el día del examen, así que mi pecado de dormirme y no entrar al Ilab no cuenta) y “Very good” en la valoración de las clases, de ambos profes. ¡Ah! Y un excelente en una spin class que tuve un día de speaking, que me tocó explicar mis costumbres en el país, qué maja, me ha puesto un excelente, ese día debí haber comido lengua, porque recuerdo que no paré de hablar, el tema era mi país… O en la pizza de romano uno de los toppings era lengua… Y de calificación, un C1, del nivel. Y un A de evaluación general :D jejejeje. De algo tenía que servir el estar tan al loro. Porque tengo que reconocer que fuera de clases, sólo estudiaba en el bus, pero en clase me ponía las pilas y estaba muy atenta, mucho más que en otros cursos y actividades que he hecho. Sólo acordarme lo que me ha costado venir aquí hacían que pusiera las antenas a tope.

Hoy he sido buena. Muy buena. Me he levantado a las 6:45 h. y he ido con Ayumi y Riho en el bus. Ellas tenían clase, yo las he acompañado hasta Tim Horton’s y me he tomado un café con ellas. Lo cierto es que el café sabe mejor que en McDonalds…pero no incluye la muffin. Por cierto, creo que en el trayecto he hablado con Riho más que estas últimas dos semanas…aunque eso tampoco era difícil.

Por cierto, sí, es Riho y no Rino, no entendí bien su letra el primer día que me dejó la nota y hoy me ha dicho Ayumi que su nombre era Riho. Ya me ha quedado claro que la chica no entiende mucho el inglés… Mis expectativas no se cumplieron, que me entendiera mejor que… ¿quién dije? Pues no sé yo sí… al menos, ella es calmada y habla en un tono bajo y pausado. ¡Y sonríe…siempre sonríe!

A las 8 y 20 de la mañana ya estaba en Georgia Street para coger el 257 Express con destino Horseshoe Bay, que tiene este nombre porque, justamente, tiene forma de herradura en la vista aérea. Había unos planos con unas fotos aéreas y ahí se ve clarísimo. Aunque me dijeron que no valía la pena, yo quería ver las vistas, ya tenía claro que no era una playa, y tampoco tenía tiempo ni recursos para bañarme y después pasar todo el día fuera sin ir a casa. He tomado muchas fotos, he visto un perro labrador que me ha hecho mucha gracia y he cogido el bus de vuelta. He visto muchos perros de esta raza color canela en Canadá. Por algo es una raza originaria de este país… ¡¡hay muchos!! Y cada vez que los veo se me escapa la sonrisa y les hago fotos a lo paparazzi. Este estaba chapoteando en el agua, y yo deseando que no bebiera agua, porque les sienta fatal.

El trayecto del bus ha sido bien largo. Hemos cruzado el Lion Gate Bridge, el opuesto al que cruzo siempre para ir a casa. Ayer para ir al Capilano Suspension Bridge también cruzamos este mismo. He aprovechado para leer los últimos diarios antes de regresar e ir mirando por la ventana el paisaje. Daba tiempo de todo…

A la vuelta, me he parado en Stanley Park, porque quería dar un último vistazo a este gran parque. Y hoy me he dado cuenta de que, pese a haber estado ya 3 veces antes, no había visto nada. Todo en plan rápido. Hoy he cogido un plano y me he puesto a buscar el Lost Lagoon, que es donde me han dicho que estaban las tortugas. Me sorprende porque mi pronunciación “neutroespañola” no se entiende, y, cuando pongo acento me entienden a la primera, yo que quiero hablarlo con mi marcadísimo acento español y, sin pronunciar tan cerrado se me entiende mejor. Primero he dicho: “turtels” y no me han entendido. Después he dicho: “tertels” y la mujer se ha enterado a la primera de que buscaba el lago donde había tortugas. Es un lago muy grande, con muchos patos, cisnes… y sí, alguna tortuga. Sólo 3 señoritas se han dignado a recibirme, después de estar una hora y media paseando lago arriba y abajo, ya que es muy grande, va hasta el principio de la playa de English Bay. Tiene tela que sólo tres señoritas de la especie se hayan dignado a sacar sus cuerpecitos verdes serranos al sol para que yo las viera y las pudiera fotografiar… ¡¡seguro que no eran canadienses!! (eso he dicho las pocas veces que me he encontrado en este país a alguien no amable). Había una enorme, y otra más pequeña. Las he tenido que mirar bien de lejos, ya que estaban bastante apartadas. He hecho un intento de acercarme, pero el terreno embarrado era poco estable y no quería acabar sumergida… Así que he tenido que inmortalizarlas desde la distancia, acordándome una vez más del poco caso que hice cuando compré la nueva cámara y no compré una con mayor zoom.

Este blog ha sido la prueba definitiva que soy kinestésica. Descriptiva de paisajes 0, eso sí, de percepciones, 100%.

En fin, seguimos: ya estoy un poco más tristona por lo poquito que me queda en la casa. Con lo a gusto que estoy ahora en mi cama, con el portátil, los cascos escuchando la Playlist de Roxette y mi botella de cristal de Nestea rellenada con agua. Ahora sólo me faltaría una pizza tamaño familiar de Telepizza y renuncio a volver. Es broma, hoy he cenado bien, pero a unas galletas de blueberry ahora mismo no les decía que no, ciertamente…

He seguido viendo el parque, y a las 11:40 h. tenía la Lecture series Topics. Para que nos entendamos, la Igor Class. De esa de la que he hablado cada semana que he asistido. No cuenta la asistencia. Yo estos días no me he llevado el portátil a la escuela para no llevar peso, porque puedo hacer consultas rápidas en el Ilab, bueno, no se puede pero todo el mundo está mirando su correo, es como un cibercafé acordado. Y paso de cargar cada día con un kilo y medio. Pero para la Igor’s class, el netbook va muy bien, realmente bien, y no lo llevaba. Y sí, lo reconozco, he pecado… aunque, con el día tan bonito y soleado que ha hecho hoy, el pecado hubiera sido ir a la Igor Class. Además, hoy el tema era “Seasons and the weather”, y digamos que disfrutando de este estupendo día yo ya he hecho la parte práctica. A las 13 h. ya estaba llegando a la escuela, y me he detenido a pecar de nuevo: mi última parada en McDonalds con las muffins. Hoy otra vez double chocolate. Ya me queda nada para volver a España y volver a alimentarme un poco más en condiciones, y estos días ya he comido algo de fruta… ¡Qué bien me sabe el “café” con la muffin, para mí eso es todo un manjar! Me he sentado en el piso de arriba en la mesa común mirando a la calle, y pensaba que era la última vez que estaba allí. Me ha dado penita despedirme de la gente: de Tom, el recepcionista y atención al estudiante, cuando me ha dado el diploma, es escocés, es que todo el mundo es tan amable… Gurpreet, de actividades y animación, y su niña pequeña, que me mira siempre que me ve, jeje.

Mi clase ha sido un día más. Al final, no nos han traído la peli para ver. Hemos corregido los deberes y, para finalizar, el profe nos ha puesto la canción de Old Crow Medicine Show, Wagon Wheel. Es un grupo que hace música country pero moderna, y me ha gustado la cancioncita, ya estaba yo moviendo los pies debajo de la mesa mientras el profe la ponía un par de veces para hacer el listening de las palabras. Finalmente, nos hemos despedido y hemos hecho algunas fotos. En medio, algunos ejercicios que podíamos hacer en grupo o individual. Hoy, dada mi alternativa, he elegido individual. Bueno, las dos personas hemos elegido individual, no es que no nos traguemos, simplemente, que pasamos mucho la una de la otra, yo no me he molestado en ser amable porque mis primeros intentos fueron nulos y ridículos y ella va a su rollo. No es animadversión, es pura indiferencia. En estado puro.

Después de finalizar las clases, me he despedido de más gente que me he ido encontrando, y me he encontrado con Fer en el hall. Ayumi, como ya me había dicho, iba a llegar más tarde, pero en teoría, iba a venir Riho y no la hemos visto, y tampoco ha llamado a Ayumi. Hemos llegado a la conclusión de que no nos había entendido, porque Ayumi me ha comentado que se lo dijo en inglés. Cuando hemos llegado a casa, ¿a que no sabéis lo que estaba haciendo? Pues lo mismo que el 90% de los días cuando yo llego… Se supone que hay que dormir 8 horas por persona. Las que a mí me faltan las está durmiendo ella. Hoy es su último día y creo que tiene el vuelo a las 12 del mediodía, me dijo en el morning, aunque igual no me entendió. Mañana se despejará la incógnita… a ver quién se va antes de las dos…

Pues finalmente nos hemos ido Ayumi y yo a cenar. Yo había propuesto conocer la zona de Little Italy, Commercial Drive, y ahí nos hemos ido. Hemos cogido el Skytrain hasta Broadway Commercial Drive y hemos paseado por los restaurantes de todas las nacionalidades. Finalmente, no hemos encontrado ningún sitio que nos convenciera, yendo arriba y abajo, y Ayumi me ha propuesto volver a Downtown y cenar en Warehouse… ¿Cómo no conocí este sitio antes? Cada plato a 4,95 dólares (más tax, por supuesto), ¡¡pero qué ricos!! Yo me he pedido una work hamburguer, ella un Chicken sándwich, con patatas ambos y hemos compartido unas tortitas de nachos. ¡¡Qué rico!! Creo que es el día que mejor he cenado, junto con el día que fuimos a Olimpia. Bueno, es que pocos días he cenado en condiciones… Me he puesto como un tonel y ni siquiera he comido a gusto, he comido porquerías y con gula. Pero bueno, tampoco es que eso me quite el sueño. Warehouse está en Granvillle Street, y es del mismo dueño que Olimpia Bar, que está a unos pasos. Los camareros y camareras iban disfrazados, y el bar está genial, muy ambientado. Estábamos super a gusto. Me sorprende porque en los restaurantes, el agua es gratis. Y otra cosa que me ha sorprendido: es el único país en el que he ido además de España que no me he encontrado un solo WC en el que haya que pagar. ¡Ni uno! Sorprendente, ¿eh? La cena ha sido muy divertida, Ayumi tiene mucha conversación y nos lo pasamos genial hablando de mil cosas. Una de las cosas que me fastidió de cambiarme a clases de tarde por obligación fue perder nuestros trayectos en el bus. Por cierto, ¡hoy me he enterado que estudió español un par de años!

Hemos vuelto en el Seabus y con el 228, era mi última noche y es mucho más bonito volver con el Seabus. Hemos llegado a casa, ha cogido su maleta y la he acompañado a la parada del bus, ya que se iba al aeropuerto. Y este ha sido mi día… y estoy tremendamente cansada. Quiero levantarme pronto para hacer la maleta y poder dar un último paseo, y poder dormir en el avión, aunque eso, duerma lo que duerma, no creo que me suponga un gran “esfuerzo” jejeje. En fin, un placer haber compartido mis pensamientos con quienes hayan tenido la gentileza, tiempo y atención de leerme hasta el final… y yo me pregunto: ¿ha quedado algún superviviente?

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