jueves, 2 de septiembre de 2010

Día 25: Empieza la cuenta atrás… “Dear new student…”

Sí, en 2 días y medio abandono este paraíso… Si me fui llorando como una magdalena de España, no sé cómo me voy a ir de aquí cuando despegue el avión. Este país me ha robado el corazón. Sólo de pensarlo me emociono. Espero tener la oportunidad de volver algún día. Porque es único. Su naturaleza, su paisaje, su gente, sus costumbres, su civismo, su amabilidad, su solidaridad… lo que he conocido es incomparable. Y esta ciudad lo tiene todo: playa, montañas, ciudad, recursos…

“Dear new student…”: así empieza la nota que he dejado para la próxima persona que venga. Yo y mi afán de compartir información. Estoy dejando todos los folletos que he ido recopilando y que pueden ser útiles a la nueva persona que venga. Ya a mi compi de habitación le di unos pocos, y estoy guardando todo lo que pienso que le puede ayudar, y he puesto una nota con mi nombre y explicándolo. ¿Quién sabe? Igual hasta sirve de algo. Prefiero pensar que sí, y que no acaba en el cubo de la basura sin haber sido inspeccionado por nadie.

Hoy he conocido un nuevo lugar que me ha enamorado: Spanish Banks. La playa. Tiene gracia que uno de los lugares que más me haya gustado se llame Spanish Banks… tenía intención de venir desde que hace casi 3 semanas la chica que fue la monitora en el avistamiento de ballenas me lo dijera. Que English Bay estaba muy bien, pero que tenía que ir a Spanish Banks. Y, menos mal que, por una vez he hecho caso jejeje.

Mi día ha comenzado muerta de hambre. No me gusta nada ir a cenar sola, y estoy tan harta de comer porquerías durante todo el día que, para comerme algo en la calle sola o en un restaurante, opto por no comer nada desde las 7 de la tarde, aprox. Cada día digo que este día me voy a pegar una gran comilona yo sola para celebrar mis últimos días aquí, pero siempre acabo desistiendo. O porque cuando llego a Downtown no encuentro nada que me motive o porque estoy cansadísima. Pero viernes hago mi cena de despedida, sola o acompañada, sí o sí.

Así que he subido a la cocina y me he preparado mis tostadas con mantequilla y mermelada de fresa… ¡¡las voy a echar de menos!! Eso sí, un mes casi desayunando cada día lo mismo y mi té con leche… pues ya me gustaría un poco de variedad… Bueno, variedad ya la tengo, porque, después, cuando llego a la escuela, McDonalds me queda de paso y siempre “adopto” una estupenda muffin con café con leche. Hoy han caído 2 de double chocolate. Dicen que el chocolate quita las penas y es un gran sustituto, y yo necesitaba animarme un poco hoy, porque cada vez mi partida está más cerca. ¡¡Ups, qué dramático ha quedado eso!! Además, hoy tenía el examen final y necesitaba energías.

Antes de las 8 h. ya estaba despierta, pero tenía el examen a las 12:45 h. y no quería estar “distraída” durante la mañana, quería estar despierta y concentrada. Así que he estado estudiando, pero he cogido el bus porque es un poco deprimente estar encerrada en la casa, y he pensado que seguiría estudiando cuando llegara a la escuela y en McDonalds con mi segundo desayuno… Así lo he hecho, me he sentado en McDonalds, y, como siempre, observando a la gente, a veces parezco una extraterrestre, pues me sorprenden las cosas como si acabara de nacer o viniera de más lejos de Marte. Me encanta observar la gente cómo hablan entre ellos, y tratar de escuchar las conversaciones, no porque quiera chafardear, sino porque así practico el listening y cada día les entiendo un poco más. Sí, justamente lo que siempre ha sido mi pega más grande y mi punto flaco, creo que es lo que mejor me ha salido en el examen de hoy.

¿Si tuviera que definir el examen con una palabra cuál sería…? A ver a ver… SHIT! Perfecta. Esa palabra le va que ni bordada. Creo que no hace falta que la traduzca… ya nos ha advertido la examinadora, toda severa ella, que mucha gente no tenía tiempo de acabarlo. No, si ya… lo único que he podido hacer tranquila era el listening. Lo he encontrado muy muy fácil. A continuación, ya tenía un reading justamente sobre un profesional que tenía una empresa de whale watching (ver ballenas) y ahí me ha salido la vena perfeccionista. Nos ha dicho que teníamos 40 minutos, y yo me he debido de maravillar. Cuando ha dicho que quedaban 5 minutos, he alucinado, y tenía aún 24 preguntas por responder. Así que el segundo reading, que era 3 veces más largo que el primero, no me lo he mirado y he pasado a la parte de gramática, que nunca he tenido excesivos problemas. También había un texto sobre Picasso, y yo, como siempre, lo quiero hacer todo tan bien que me duermo en los laureles. Mi vena práctica ha salido a los 5 minutos. En fin, que me he puesto a contestar todas las preguntas rápidamente excepto las 6 del gran reading, que me las he inventado. Llevo 1 mes sin rellenar la Primitiva, y ya tenía nostalgia… fuera bromas, me ha dado mucha rabia. Porque tendría que haber pasado más y haber ido más deprisa, porque, seguramente, hubiera podido hacer un examen en condiciones. Dudo mucho que obtenga el C1, que es el máximo nivel. Estoy en el grupo del nivel más alto y creo que no voy a estar “a la altura”. Qué rabia porque yo creo que tengo un mejor nivel ahora que cuando llegué, que sí que ya conseguí entrar en ese nivel… El primer día hice el examen de nivel con todo el jet lag y sin apenas haber dormido y me salió mucho mejor que hoy, que había estudiado, tomado el café, relajado, pensado… Si es que no se pueden hacer bien las cosas…jejeje.

En fin, he salido del examen cabreadísima. En el examen he coincidido con Koki, el chico japonés con el que salimos de fiesta Maggie y yo, y me ha comentado que es también su última semana y si iba esta noche a Party a Tonics. Lo cierto es que no tenía intención de ir. Quiero aprovechar para hacer turismo, y, además, no tenía ninguna propuesta para salir. Desde que se ha ido Maggie me he quedado bastante huérfana en ese aspecto, el resto piensan que ya tengo con quien salir y nadie me ha propuesto nada, aunque, sinceramente, no tenía ganas. Quería hacer mi plan alternativo. Y así ha sido…

Después del examen, he subido a clase y el consuelo ha sido saber que las respuestas negativas no cuentan en el examen. Aunque no lo necesite profesionalmente, reconozco que me ha dado rabia no poder hacerlo mejor. Menudo churro, hacía tiempo que no salía tan desmoralizada de ningún examen. Bueno, sí, claro, las dos veces que suspendí la práctica del carnet de conducir, sobretodo la segunda, después de estar media hora de examen, ¿a que no sabéis dónde la pifié? Claro claro… quienes me conocen saben que aparcar no es lo mío. Ahora ya lo tengo dominado, aunque no quiero pensar ahora cuando vuelva después de más de 1 mes sin tocar el coche… creo que voy a necesitar clases prácticas. En fin, que de mi segundo cateo en la práctica todavía tengo grabada en la mente los más de 2 minutos viendo el puñetero Renault 5 color azul marino (todavía recuerdo la matrícula, aunque pobrecito, él no tiene la culpa de que yo fuera tan torpe…) mientras intentaba aparcar. Mi error fue sacar de nuevo el coche porque pensaba que lo había dejado muy separado, ¡¡otra vez la manía perfeccionista!! Ya no fui capaz de volverlo a aparcar bien. Y después, encima, mi profe me dijo que ya lo podría haber dejado como lo había aparcado la primera vez. Shit… Otra vez esa palabra. Ahora ya solamente lo recuerdo por el pastón que tuve que pagar por renovar papeles y por volver a hacer prácticas. Algún día diré cuántas prácticas hice… no he conocido a nadie que me supere.

En clase he hecho los ejercicios con Ali, la chica peruana, que es súper maja. La segunda parte de la clase ha sido Ilab, y no estaba yo para mucho ejercicio…así que me lo he tomado con calma. Tenía Facebook abierto y me estaba desahogando explicando mi penoso examen cuando tenía la oportunidad, porque tenía a mi profe justo al lado, y no quedaba políticamente correcto ni respetuoso ponerme en sus narices a delinquir. Así que cuando se levantaba de su sitio, me faltaba tiempo para cambiar de pantalla. En la escuela, usar Facebook en las clases de Ilab es poco menos que delito federal. Casi tanto como entrar en la frontera de U.S.A. con una manzana sin la etiqueta de su origen… Siempre procuro portarme bien, pero es que me sentía muy mal por el puñetero examen. Sí, puñetero. Mucho más que el pobre Renault 5.

Después de la clase, hoy teníamos sorpresa: ¡¡¡¡Ice Cream Social!!!! Como hace dos semanas. A las 16:35 h., cuando hemos acabado las clases, en el departamento de actividades, Gurpreet y su ayudante repartían helados gratis. Ella, que ya me conoce, me ha preguntado qué tal me iba y yo le he dicho que estaba triste porque era mi última semana y me lo había pasado divino. Sí, sí, ya me conoce. Así que ya no me ha preguntado si quería el helado grande… jajaja. Como ya he dicho, la semana que viene empieza mi régimen, pero sin estrés…

A continuación, Fer me ha dicho si me iba con ella y un amigo suyo colombiano a Robson a mirar tiendas y souvenirs. Yo tenía la intención de ir caminando hasta Stanley Park, pero he pensado que así estábamos un rato juntas, y hemos entrado en tiendas. Yo debo ser de las pocas mujeres que se agobia en tiendas. Si no necesito nada, cotilleo en un minuto, no me gusta estar mirando todo el rato lo mismo. Y no tenía intención de comprar nada en las tiendas de souvenirs de Robson, que, por cierto, son carísimas. ¿¿Para qué comprar en Robson pudiendo comprar en Chinatown?? La calidad es la misma…

En un par de horas, ya me he quedado sola. Y, como hoy no iba a party, he pensado que ya era tarde para ir a Stanley Park, pero todavía podía ir a Spanish Banks, ¡¡al fin!!, a ver la puesta de sol. Las dos únicas playas que he visto han sido por la tarde con la puesta de sol, a Spanish Banks quería ir ayer por la mañana y resulta que fue el día que más ha llovido en Vancouver en lo que va de año… menos mal que para mañana se predice buen tiempo.

El llegar hasta allí ha sido una miniodisea. Nada que no se pueda superar, pero me ha costado lo mío. Entre otras cosas, porque ya ha acabado el bono mensual y aún no tengo mucha práctica en eso de los billetes individuales. ¡¡Con lo sencillo que es en España!! Aquí no puedes comprar un bono de 10 en una máquina del tren, pagar con tarjeta y llevártelo al bus y usarlo. No, no. Los bonos de 24 horas, si se compran en las máquinas del Skytrain, te salen ya validados y los has de usar ese día, así que toca ir a una tienda de Seven Eleven a comprarlos. ¡¡Igual que los bonos mensuales!! A mí me tocó soltar 110 dólares en efectivo el primer día que llegué aquí. Porque el transporte público es muy caro. Por ir de mi casa a la escuela en hora punta, 3,75 dólares. Si vuelvo más tarde de las 18:30 y el fin de semana, pago solamente 2,50 dólares. Al menos, el consuelo es que en esto las taxes están incluidas. La gran mayoría de veces, cuando vas a pagar el precio se incrementa en un 12% de taxes. Ya digo que ahora cuando llegue a España me voy a poner a sumarle taxes a todo… Otra cosa que sorprende del bono de transporte público es que no puedes comprar una tarjeta que sea un bono de 10. No, no, venden unos cupones y tú cada día has de quitar uno y validarlo. Es decir, es un librito con 10 tickets y cada día has de validar uno. ¿Dónde está la ecología y la practicidad de eso? Y, además, no los puedes comprar en las máquinas de Skytrain, sino en los Seven Eleven y los quioscos. Este es uno de los pocos aspectos logísticos que echo de menos de mi país… Aunque, bueno, he de decir que no ha habido un solo retraso en el bus en todo este mes, ni un solo problema, puntuales como un tren. Bueno, como un tren pero no español. Miedo me da reencontrarme con mi “querida” RENFE el lunes… brrrr…

He llegado a Spanish Banks y tampoco he tenido que caminar tanto como me habían advertido. Y era un paraíso. Efectivamente, no me lo podía perder. La vista era…espectacular. A la izquierda, las montañas. A la derecha, la ciudad iluminada. Y el sol que acababa de caer de un cielo de colores… me he quedado boquiabierta cuando he visto el lugar. No sabía si ese paraíso era la playa, he preguntado a unos chicos y me han dicho que sí, y que de dónde era. Uno de ellos estaba aprendiendo español y hemos estado hablando. A continuación, me he ido al muelle y, desde ahí, las vistas eran más espectaculares si cabe. Y, mientras, iba anocheciendo… he bajado unas escaleras y ahí había 3 chicos y 2 chicas. Uno de los chicos era de Quebec pero vivía en París, los otros dos chicos eran franceses y las chicas creo que una era colombiana y la otra francesa. Hemos estado hablando bastante rato, primero en inglés, después han intentado pasar al francés y yo he dicho ¡¡no no no!! Porque sólo lo estudié un año en el instituto y no da para mucho, además de que no me solté a hablarlo, sólo a entenderlo un poco. Uno de los chicos sabía un poco de español. Se han sorprendido de que llevara casi 4 semanas estudiando inglés aquí.

He hecho muchas fotos (¡cómo no!) y ya me he tenido que ir porque anochecía y el camino para venir era bastante solitario. Y ya cometí una imprudencia el sábado por la noche en Seattle yendo sola con una chica de 16 años las dos la mar de perdidas. Así que, por este viaje, ya he cubierto el cupo y he decidido ser responsable. Como lo voy a ser ahora… son las 00:16 h. y me voy a dormir. Hoy no hay más atención profesional online… Good night Vancouver…!! España, no me toques mucho la moral la semana que viene…

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