viernes, 3 de septiembre de 2010

Día 26…: ¡Qué poquito queda! I haven’t met you yet.

Así se titula la canción de Michael Bublé. Que también es canadiense, y justamente de esta bonita ciudad… yo sabía que era canadiense, pero no justamente de aquí, lo acabo de descubrir ahora. Desde luego que hay muchos cantantes y artistas canadienses y, como muchas veces, escuchamos Norteamérica y pensamos sólamente en U.S.A., mucha gente no lo sabe. Artistas como Pamela Anderson (sí, es una artista…) son de British Columbia, donde está Vancouver, y Jason Priestley…jeje. Al final me voy a ir sin darle la vara… yo que quería practicar inglés y que me explicara cómo pensaba ayudar a los osos… De vez en cuando me falta morro… y eso que la gente aquí es super amable y seguro que, de haber habido alguien, me hubieran atendido la mar de solícitos.

En fin. Hoy me he quedado frita. Eso me pasa por querer levantarme 2 horas antes para “aprovechar el día”. Será para acompañar a las gallinas… La cuestión es que hoy tenía Ilab a las 10 de la mañana, y tenía que coger, como tarde, el bus de las 8:50 h. A las 6:45 h. ha sonado el despertador, 10 minutos más, 10 minutos más… y cuando ya eran las 8:15 h. he pensado: “ahora ya sí o sí, que si no llego tarde incluso a clase”. Pero me he sumergido en un profundo sueño… hasta que me ha dado por abrir un ojo y he visto que eran las 8:45 h. He decidido no estresarme, total, no podía volar. Y Ilab, creo que ya lo he explicado, es conectarme a mi página de la escuela y hacer los ejercicios online. Y eso ya lo puedo hacer desde cualquier sitio. Lo malo es que pasan lista, pero yo tenía el 100% de attendance hasta hoy, y sólo te piden mínimo 80% para poder hacer el examen, y yo ya lo hice ayer (sí, el traumático examen, mañana me entrará el cabreo cuando recoja el “diploma”).

Me lo he tomado con prisa pero sin pausa, y he cogido el bus de las 9:25 h. Por las mañanas me comería un tanque, me levanto con un hambre atroz. Así que tostada con mantequilla y mermelada, pim pam pim pam, y relevo en la tostadora. Eso de no cenar acompañada y en condiciones me tiene un poco de los nervios ya… menos mal que mañana he quedado con mi compañera de casa, Ayumi, y mi compañera de habitación, Rino, para ir a cenar las tres. Y ya les he dicho dónde quiero ir… Little Italy!! ¡¡Al fin voy a ver ese lugar, repleto de bares y restaurantes latinos, italianos…!! Commercial Drive!! Lo vi cuando fui a llevar a Belén al aeropuerto y pasamos por ahí con el taxi, y ya tengo ganas de salir a cenar o a tomar algo a otra zona que no sea Granville… como decían el otro día en un artículo que nos dejó mi profesor, Granville está bien si tienes 22 años y llevas una camiseta con una frase divertida. Ahora que pienso, yo tengo aquí la de “Busco a cualquiera menos a ti”, era ideal para el primer día de clase, y creo que no la he explotado lo suficiente… ¡¡Ni siquiera en Granville!!

He llegado 10:10 h. a la escuela, he visto que estaba la puerta de Ilab cerrada y ya no he entrado, me ha dado vergüenza. Sí, de vez en cuando también tengo eso. En teoría, es libre y puedes entrar cuando quieras, pero me ha parecido tan solemne… Así que me he ido a hacer las últimas compras que me quedaban. Y he sido buena y no he comprado más galletas… mi stock se ha agotado hoy comiéndome a las 5 de la tarde mi último paquete de galletas de fresa. ¡Mecachis! Aunque hoy he sido buena y no ha caído ningún café con muffin. Así estaba yo a las 19 h. muerta de sueño… eso de “castigarme sin mi capricho” no ha sido una buena idea. Las clases han transcurrido con normalidad: la spin class de noticias, donde hoy ha venido un chico que nunca viene, después la pausa de comida, que he aprovechado para hacer Ilab (yo a mi ritmo…) y después las 2 clases de “General Class” otra vez con Dave. En estas clases hay una chica austríaca que ella se lo toma con calma. Me pregunto cómo acabará hasta diciembre que se va. Pero bueno, cada uno sabe lo que tiene que hacer… Supongo que sólo va a clase para tener el porcentaje de asistencia, porque hoy ha estado dibujando y pintando en clase. Yo hay cosas que no las entiendo… ¿Será porque me he pagado YO la escuela? Pero vaya, si me la pagaran, supongo que por respeto aún me lo tomaría más en serio… Suerte de mi compañera en el lado derecho, que es un encanto, y hemos hecho juntas los ejercicios, porque si tengo que esperar colaboración y cooperación de la izquierda… Cualquiera diría que estoy hablando de política.

Después de clase, he firmado la bandera de Fer y hemos ido juntas las dos a Capilano Suspension Bridge, el gran puente colgante. Será porque estaba dormida o jetlaggiense pero a mí me impresionó mucho más el Lynn Valley Bridge del primer día. El punto bueno de este es que hay puentecitos, además de este grande, pero me lo esperaba mucho más impresionante, sinceramente. Cuando lo cruzas, te quedas un poco mareada, pero debo ser yo que ya estoy vieja para estas cosas… La cuestión es que hemos estado menos de 2 horas paseando y haciendo fotos. Había que aprovechar el precio de la entrada… hacían una actuación de música de principios del siglo pasado, pero no hemos parado para escucharla. Era divertido, como en las películas americanas. Pero eso ha sido todo. Al menos, me he quitado las ganas de ir a Capilano. Cuando se me mete una cosa en la cabeza, hasta que no la hago… y mañana estaba pensando en ir a Horseshoe Bay, porque una chica de la escuela me había dicho que iba a ir esta tarde, aunque ahora me comentaba que tampoco era nada especial… así que ya veré lo que finalmente hago. Lo que está claro es que en 7,5 horas suena mi despertador. Hoy me he comportado y a las 20:40 h. estaba en casa, ¡¡incluso he visto a mi compañera de habitación despierta!! Hoy, el recorrido para llegar a casa ha sido diferente, y me he pasado todo el trayecto mirando por la ventana. He cogido el 228 desde Londsdale Quay, donde deja el Seabus en North Vancouver. No dejo de maravillarme con las casas que hay, son ese tipo de casa que yo sólo veía en las películas. Casas de madera, de colores, de muchas formas… no he visto pisos feos, y los edificios altos de pisos son muy bonitos, yo pensaba que eran oficinas. Justo me acordé de Bellvitge… Dios, ¡qué duro se me va a hacer ir el lunes a trabajar, coger la RENFE y ver Bellvitge otra vez y acordarme de los rascacielos vancouveritas…!

Lo cierto es que ya estoy pensando en la vuelta y estoy muy triste por eso, por dejar este mundo de vista, un mundo que se ha convertido en mi segundo hogar… no me cansaré de decirlo. Bueno, voy a dormir un poquito, que mañana quiero “aprovechar” y no volver a maravillarme en el sueño… Si es que algún día me tenía que pasar, con todo el cansancio que llevo… Good night Vancouver!... Por cierto, mi vuelo ya está confirmado… ¿Me quedo tranquila o me cabreo un poco más?

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