jueves, 23 de julio de 2009

Silvio y Rita...

En fin... ¡¡vaya ejemplo de políticos que he ido a nombrar!! Il Cavaliere ha dicho que no es ningún santo y que hay muchas chicas guapas y empresarios por aquí... ¿Eso le exhime de haber mentido a la opinión pública? Durante muchos meses ha estado diciendo que toda esta trama de las "fiestas" era una farsa... Y ahora que han salido las conversaciones de Patrizia D'Addario, no le queda más remedio que reírse de todo este asunto, como se ha debido de estar riendo de toda la gente que seguía confiando en él y apoyándole y poniendo la mano en el fuego por su credibilidad. Está claro que cada uno puede hacer con su vida privada lo que quiera, y en eso los españoles tenemos mucho que aprender de falsos puritanismos y estúpidos prejuicios. Lo que realmente molesta de esta situación, al menos a mí personalmente, es que Il Santo Cavaliere no tuviera los 'coglioni' de admitir ante la opinión pública que sí había acudido a las fiestecitas. Véase la dignidad con que Bill Clinton admitió a la opinión pública y a su mujer el asunto del vestidito y Lewinski. Eso sí es tener 'balls'.
Y Rita (Barberà) tampoco me tiene demasiado contenta... Primero dice que los políticos devuelven los regalos según su criterio, después que el tema de los bolsos es totalmente transparente y que, según esto, también se podría criticar el regalo de anchoas a Zapatero en visita oficial... Lo último es tratar de desviar la trama y gran interrogante popular (nunca mejor dicho) que salpica a su partido desviando la atención hacia otro gran tema que nos preocupa mucho más a la mayoría de españoles de a pie: La crisis y el paro. Según comenta ABC, "Barberá ha criticado que el paro "desaparezca del primer nivel de la información" y se ha preguntado qué pensarán "los cuatro millones de parados" de que los medios "se ocupen de un bolso o un traje, cuando es -algo- absoluta y perfectamente legal, y no de que no pueden comer cuatro millones de españoles".
No me cabe duda de que me preocupan más las 4 millones de familias que no pueden llegar a fin de mes que sus dichosos bolsos. De todos modos, está claro que la democracia se basa en la transparencia y lealtad de los políticos que nos ofrecen diferentes opciones o planteamientos para gobernar (al menos, así debería ser, aunque últimamente basan las campañas en el desprestigio del contrario más que en la presentación de una nueva alternativa). Con todo este "asunto", su transparencia queda bastante desgastada y en entredicho. Que cada uno piense lo que quiera... Será cuestión de formar un partido político o, al menos, de empezar a denunciar cada uno todas estas "tomaduras de pelo" públicas.

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